Con la misma anchura trasera que la de un H2, un metro noventa, el Peugeot 206 da algo más que miedo. Y es que el trabajo realizado sobre este coche es del todo espectacular, muchas horas de trabajo y algún que otro trapi para conseguir rematarlo.
La principal diferencia entre el H2 y su coche es que en el H2 cabe un huevo de fardos, y además, si los tuviéramos que cargar en el Peugeot 206, además de destrozar la tapicería, simplemente cabría la mitad. Son muchas horas sobre la excavadora dándole vueltas a las historias del coche, y cómo no, muchos los dolores de cabeza para conseguir el proyecto que estamos contemplando. Residente en Torre del Mar, Málaga, José lleva detrás de nosotros algo más de un año, y no es que su coche no nos interesara, sino que por cosas de la vida, hasta el momento no habíamos coincidido. Se trata de un proyecto que llamó nuestra atención en el 9º Maxi Tuning Show, cargado de armonía y que, sin duda, a mí personalmente me encanta. Todas las modificaciones del 206 de José han sido realizadas tras un puñado de horas de trabajo. Todo el proyecto se ha desarrollado de forma totalmente artesanal, aprovechando piezas de otros modelos de coche y trabajando la carrocería original a base de espuma de poliuretano. Un auténtico trabajo de chinos, ¿no?
Desde fuera
Fijando la vista en la parte delantera del coche, paragolpes de 350 Z modificado, capó alargado 30 centímetros y faros angel eyes. Pasamos al lateral, donde se ha echo un trabajo súper laborioso, ya que se necesitan muchas horas de trabajo para conseguir el resultado obtenido. Debemos ser concientes de que la parte trasera se ha ensanchado veinte centímetros por lado, lo que supone estirar todo el lateral al máximo y, por lo tanto, un gran trabajo para que éste quede perfectamente en sintonía sin que se vea una cosa rara. No se trata únicamente de una estirada de aletas y punto, sino de dar unas formas, nervios, y además crear una entrada de aire lateral, lo que consigue cargar de carácter al 206, motivo, entre otros, por el que se llevó uno de los Top 20 en el 9º Maxi Tuning Show. Todo este laborioso trabajo no se hizo con la instalación de un kit, sino que se consiguió a base de trabajar la espuma de poliuretano, moldeando y dándole forma poco a poco. En cuanto a la parte trasera, y como no podía ser de otra forma, el paragolpes ha sido creado de forma totalmente artesanal aprovechando las nuevas líneas para colocar la matrícula y, cómo no, alisando el portón. Además, los pilotos traseros son de leds, y si os digo la verdad, incluso el alerón ha sido creado artesanalmente. ¿Cómo? Haciendo una fusión entre un alerón de 206 y el de un Saxo. Retrovisores K6 con intermitentes, techo solar salido de un Ibiza Cupra, Escape Raceland, llantas Targa de 18” y una luciente carrocería monoblock completan la preparación exterior de este proyecto.
En el interior
Abrimos la puerta LSD y pasamos a un envolvente interior que sigue la aerografía de todo el exterior del coche. Los paneles de puerta se hicieron en fibra, lo que da un punto muy especial a todo este original proyecto, y se pintó el salpicadero, aplicándole fondo para que quedara totalmente liso. Pero antes de ello ya se habían instalado los relojes del control de la neumática Nibbeltech de cuatro electroválvulas en él, justo delante del asiento del copiloto. Este interior se completa con la instalación de algunos complementos como los asientos Sparco, el volante Isotta o el completo equipo de audio compuesto de una fuente con pantalla Clarion, un kit delantero de la marca MTX, cuatro altavoces 6x9 en la parte trasera y un par de subwoofers de 12”. Todo este conjunto de altavoces movido por un ampli de casa MTX y otro de Acustic, ambos instalados en el maletero.
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